En un sábado (26/04) de cielo despejado, contrariando las previsiones de lluvia, la Plaza Ciudad de Milán, en el barrio de Ibirapuera de São Paulo, fue escenario de un evento histórico: la primera manifestación pública en Brasil contra el Decreto-Ley nº 36/2025 — conocido como Decreto Tajani — que pretende limitar el reconocimiento de la ciudadanía italiana iure sanguinis. Cerca de 400 ítalo-brasileños participaron en la protesta pacífica, contributiva, apartidista y ordenada, promovida bajo la coordinación del jurista Walter Fanganiello Maierovitch, presidente del Instituto Giovanni Falcone, con el apoyo de la Revista Insieme y de otros miembros de la comunidad ítalo-brasileña.
Durante el evento se leyó, en portugués e italiano, el “Manifiesto contra el Decreto Meloni-Tajani”, que expresa la indignación de los ítalo-descendientes ante la propuesta legislativa del gobierno italiano. El texto, firmado por los presentes y disponible también para su adhesión en línea (enlace para firmar), fue presentado en portugués por el periodista Milton Ferretti Jung Júnior y en italiano por Giuliana Patriarca, directora de la AEDA (Asociación de Exalumnos del Colegio Dante Alighieri, la escuela privada de lengua italiana más grande del mundo).
El manifiesto denuncia el carácter inconstitucional y discriminatorio del decreto, advirtiendo que, de ser aprobado, herirá la italianidad — el alma cultural e histórica que une a los descendientes con Italia — y condenará a millones de ítalo-descendientes, especialmente en Brasil, a la pérdida de sus derechos de origen. Se destaca además que la ciudadanía italiana iure sanguinis es un derecho natural y declarativo, consolidado desde antes de la Unificación de Italia y consagrado en la Constitución italiana.
El diputado italiano Fabio Porta (PD), elegido en la circunscripción exterior para América del Sur, presente en el acto, se comprometió a llevar el mensaje de los manifestantes al Parlamento Italiano, donde el decreto se encuentra actualmente en debate. Porta fue recibido con entusiasmo por los presentes y reafirmó su compromiso en la defensa de los derechos de los ítalo-descendientes.
Entre las intervenciones individuales que dieron voz al sentimiento colectivo de la plaza, se destacó la declaración del abogado Filippo Scolari, socio del bufete Scolari Neto & Oliveira Filho, quien criticó duramente el Decreto Tajani y defendió la necesidad de continuar la movilización, incluso por vía judicial si fuera necesario. También estuvo presente el presidente del Club Esperia, Osvaldo Arvate Júnior, quien subrayó la incoherencia de restringir la ciudadanía en una ciudad como São Paulo, la mayor “italiana” fuera de Italia, e invitó a todos a defender activamente el derecho de sangre.
Resultó particularmente significativa también la intervención del abogado Cristiano Girardello, quien defendió la posibilidad de emprender una acción judicial colectiva para exigir el resarcimiento de los daños morales sufridos por los ítalo-descendientes afectados por el Decreto Tajani. Según Girardello, la medida propuesta por el gobierno italiano viola derechos fundamentales, y los descendientes, privados abruptamente de un derecho de origen, tendrían legitimidad para reclamar reparación judicial. La propuesta, recibida con interés por los presentes, refuerza la determinación de los ítalo-brasileños de utilizar todos los medios legales disponibles en defensa de la italianidad.
Aunque la manifestación estaba abierta a todas las corrientes, contó con la participación institucional de solo uno de los cuatro representantes brasileños en el CGIE – Consejo General de los Italianos en el Exterior – Daniel Taddone. No hubo participación oficial de ninguno de los siete Comites – Comités de los Italianos Residentes en el Exterior activos en Brasil.
La manifestación, transmitida en directo por la Revista Insieme en las plataformas YouTube, Facebook y X (Twitter), tuvo gran repercusión. El evento también fue cubierto por los principales medios de comunicación brasileños. La movilización sirvió además como un llamado a continuar la resistencia: ya se están organizando nuevas protestas para los próximos sábados.
Próximas acciones
Continuando con la movilización, los mismos organizadores de la manifestación en la Plaza Ciudad de Milán promoverán, este martes 29 de abril, a las 19:00 horas, un encuentro especial en la Escuela Dante Alighieri de São Paulo. El evento debatirá los impactos jurídicos y políticos del Decreto Tajani y reunirá a especialistas y representantes de la comunidad ítalo-brasileña. La entrada es gratuita, pero se requiere inscripción previa a través de la plataforma Sympla, ya que las plazas son limitadas. Este encuentro también será transmitido en directo por la Revista Insieme.
El próximo sábado, 3 de mayo, a las 10:00 horas, está prevista una nueva manifestación en la misma Plaza Ciudad de Milán, esta vez organizada por otros grupos de la comunidad ítalo-brasileña, en simultáneo con protestas previstas en Porto Alegre (RS) y en Roma, Italia, reforzando el carácter internacional de la oposición a los cambios propuestos en el reconocimiento de la ciudadanía italiana iure sanguinis.
A continuación, el texto del manifiesto leído durante el evento público, disponible también en el enlace mencionado:
Manifiesto contra el Decreto-Ley 36/2025 del Gobierno de Giorgia Meloni, conocido como Decreto Tajani, que limita la ciudadanía italiana por ius sanguinis
Reunidos en la ciudad de São Paulo, en la Plaza Ciudad de Milán, en el barrio de Ibirapuera, los abajo firmantes, todos residentes en Brasil, presentes en la manifestación de protesta de manera pacífica, contributiva, apartidista y ordenada, dejan consignadas, de manera resumida, las razones de su inconformidad.
El decreto-ley se muestra inconstitucional, discriminatorio y, en caso de ser aprobado, será perjudicial para cerca de 30 millones de brasileños — ítalo-descendientes — quienes estarán condenados a la pérdida de sus raíces. Dicho decreto hiere de muerte, en un futuro próximo, la italianidad, es decir, el alma de la ciudadanía, ese vínculo jurídico que une a la persona natural con el Estado nacional.
Como consecuencia, nosotros, brasileños e ítalo-descendientes — reunidos en esta Plaza Ciudad de Milán — nos unimos para expresar nuestra preocupación y firme oposición a la reforma presentada al Parlamento a través del mencionado decreto del gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni (Decreto-Ley Tajani).
El decreto limita la transmisión de la ciudadanía por ius sanguinis, una tradición anterior a la Unificación de Italia en 1846 y consolidada en el artículo 3 de la Constitución italiana.
El decreto es inconstitucional y discriminatorio. Representa un retroceso civilizatorio que afecta directamente la identidad de personas que llevan, en el corazón y en el alma, la herencia italiana. El decreto rompe un largo y sólido ciclo de orgullo y tradición.
La inmigración italiana en Brasil comenzó a finales del siglo XIX y se intensificó a lo largo del siglo XX, trayendo consigo no solo la esperanza de una vida mejor, sino también la rica cultura, tradiciones y valores de Italia.
Los ítalo-descendientes nacen ya italianos por ius sanguinis. Las solicitudes de reconocimiento de la nacionalidad italiana tienen naturaleza declarativa y retrotraen la ciudadanía a la fecha de nacimiento con vida.
Muchos países admiten tanto el ius soli como el ius sanguinis, demostrando flexibilidad y adaptación a las necesidades contemporáneas. No obstante, cualquier cambio en la legislación debe hacerse de manera criteriosa. Así, alterar abruptamente esta tradición no solo viola derechos adquiridos y derechos humanos, sino que también genera inseguridad jurídica e injusticias.
Apoyamos reformas que busquen simplificar y hacer más accesibles los procesos administrativos y judiciales para el reconocimiento de la nacionalidad italiana.
Ser ciudadano italiano implica asumir obligaciones. Es tener derechos y deberes ante la República. Es pertenecer a un pueblo que lleva en el alma la memoria de quienes partieron y la esperanza de quienes permanecieron fieles a sus raíces.
Por último, declaramos nuestro apoyo a cualquier cambio justo y necesario que garantice los derechos de los ítalo-descendientes, sean parte de la diáspora o residentes en Italia. Creemos que la preservación de la italianidad y la protección de los derechos de los ítalo-descendientes son fundamentales para mantener viva la llama de la identidad italiana en todo el mundo.
Firman este manifiesto todos aquellos que creen en la importancia de la italianidad y en la necesidad de proteger y preservar los derechos de los ítalo-descendientes.
Por la italianidad y por los derechos de los ítalo-descendientes. No queremos ser extranjeros en la tierra de nuestros antepasados.