La Carta de Río de Janeiro repudia el Decreto de la Vergüenza y marca el I Encuentro Unitália

El I Encuentro Unitália, realizado en la tarde del sábado (20) en el auditorio de Casa Shopping, en Río de Janeiro, concluyó con la divulgación de la llamada Carta de Río de Janeiro, un documento en el que la comunidad ítalo-brasileña expresa de manera contundente su rechazo al Decreto-Ley n.º 36/2025 — conocido popularmente como “Decreto de la Vergüenza”.

En el texto, Unitália – Unión de Italianos y Descendientes de Río de Janeiro – denuncia la medida que restringió el derecho a la ciudadanía italiana iure sanguinis únicamente a hijos y nietos de italianos, calificándola como “un flagrante e inaceptable acto inconstitucional”. La carta afirma que la sangre italiana “no tiene fecha de caducidad ni límite de generaciones” y acusa a la nueva legislación de faltar al respeto a la historia de la inmigración, construida con “sacrificio, trabajo y amor por Italia” por millones de descendientes en todo el mundo.

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La crítica más dura recae sobre el carácter discriminatorio e injustificado de la ley, que – según el documento – rompe el vínculo histórico y cultural entre Italia y sus descendientes, además de instaurar una “injusticia generacional”, al admitir el derecho de los nietos y negarlo a los bisnietos. El texto también exhorta al Parlamento y al Gobierno de Italia, así como a todas las instituciones democráticas, a reconocer la inconstitucionalidad de la medida. “La ciudadanía italiana puede ser un regalo, pero es sobre todo un derecho inalienable garantizado a todas las generaciones”, señala la carta.

Un encuentro de movilización – El encuentro, que contó con la participación presencial de ítalo-descendientes de Río de Janeiro y fue transmitido en vivo por los canales de la Revista Insieme, tuvo como momento central la lectura de la carta, pero también abrió espacio para reflexiones más amplias sobre los efectos de la nueva ley. Durante el evento se exhibió un mensaje grabado del presidente de Natitaliani, Daniel Taddone, quien destacó la necesidad de unidad de las comunidades italianas en el exterior frente a la amenaza representada por la reforma.

El I Encuentro Unitália fue organizado por una comisión compuesta por Max Suassuna, Silvana Scofano, Nelson Favilla, José Carlos Vivacqua, Roberto Garritano, José Carlos Meneghetti, Sandra D’Elia y Thereza Toscano, todos comprometidos en la articulación de la comunidad ítalo-descendiente en el Estado de Río de Janeiro.

La carta, aprobada al final de la reunión, fue presentada como un hito simbólico y político: “Existe otra Italia fuera de Italia. Donde hay un italiano, allí está Italia”, proclama el documento, reafirmando la continuidad del vínculo con la patria de origen y la determinación de resistir a cualquier intento de exclusión. A continuación, el texto íntegro de la Carta de Río de Janeiro

Carta abierta de Río de Janeiro en defensa del reconocimiento de la ciudadanía italiana de todas las generaciones

Unitalia – Unión de Italianos y Descendientes de Río de Janeiro, con sede en el Estado de Río de Janeiro y compuesta por ítalo-brasileños de todas las generaciones, viene a manifestar públicamente con vehemencia la indignación, la desaprobación y el repudio hacia la Ley Tajani, que restringió el derecho a la ciudadanía italiana jus sanguinis únicamente a hijos y nietos de italianos.

Los descendientes de todas las generaciones en Brasil son herederos de una elocuente historia de inmigración construida con mucho sacrificio, trabajo y amor por Italia. La sangre italiana que corre por las venas de todos los oriundi no tiene fecha de caducidad ni límite de generaciones.

La ciudadanía italiana es, por naturaleza, transmitida por sangre, reconocida por la legislación italiana y reiteradamente confirmada por las decisiones que constituyen la jurisprudencia mayoritaria de la justicia italiana a lo largo de décadas.

La Ley Tajani, al limitar este derecho natural, configura un verdadero acto inconstitucional, ya acogido en este momento por magistrados de varios tribunales italianos en primera instancia. Además de ser injusta, injustificada y discriminatoria, viola principios constitucionales consagrados e irrevocables.

Italia reconoce porque sabe que la identidad nacional trasciende fronteras, siendo mantenida y cultivada por millones de descendientes. Es el orgullo de ser italiano de todas las generaciones.

Existe otra Italia fuera de Italia. No se puede ignorar la verdad de que: donde está un italiano, allí está Italia.

Unitalia repudia la Ley Tajani por representar una flagrante e inaceptable violación del principio del jus sanguinis, sustituido por una limitación artificial de generaciones.

Esto representa la mayor de las faltas de respeto de todos los tiempos hacia la historia y las familias de la diáspora italiana, que por generaciones mantuvieron los lazos afectivos, culturales, sociales, lingüísticos y de pertenencia con Italia. Se trata de la exclusión de millones de descendientes, que no pueden ser responsabilizados por la distancia temporal con sus antepasados ni sufrir amenazas al vínculo histórico y cultural entre Italia y sus descendientes en el exterior, en el mundo y especialmente en Brasil.

Es también una injusticia generacional considerar que los nietos “merecen” la ciudadanía, pero los bisnietos no, ignorando que en muchos casos la transmisión no se produjo por barreras burocráticas o falta de información — y nunca por ausencia de vínculo afectivo y cultural.

Unitalia, expresión legítima de la comunidad italiana en Brasil, especialmente en Río de Janeiro, reafirma su compromiso en la defensa intransigente de la ciudadanía italiana plena y justa, que no excluya, no discrimine y no borre siglos de historia marcada por las mejores virtudes del pueblo italiano.

Todo esto representado por los dignos y honrados antepasados que, a costa de mucho sufrimiento, tristeza y lágrimas, salieron de su tierra natal, pero nunca dejaron Italia.

Llamamos al Parlamento italiano, al Gobierno de la República Italiana y a todas las instituciones democráticas de Italia, a todos los italianos que tienen familiares en otros países, juntos y en particular con la justicia italiana, en favor de la necesaria y tan deseada declaración de inconstitucionalidad de la Ley Tajani.

La ciudadanía italiana puede ser un regalo, pero es sobre todo un derecho inalienable e intangible garantizado a todos los descendientes de italianos de todas las generaciones.

Este encuentro es histórico por ser un paso importantísimo a favor de la declaración de inconstitucionalidad de la Ley Tajan