A solo una semana del pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la alegación de inconstitucionalidad de la Ley de Ciudadanía Italiana, Mattarella recibe al CGIE en el Quirinale y admite posibilidad de revisión.
En uno de los momentos más esperados de la actual Asamblea Plenaria del Consejo General de los Italianos en el Exterior (CGIE), los 63 consejeros que representan a la diáspora italiana en todo el mundo fueron recibidos, este martes (17/06), por el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale. El encuentro, uno de los más simbólicos de la actual Asamblea Plenaria del organismo, estuvo marcado por una intervención contundente de la secretaria general del CGIE, Maria Chiara Prodi, quien, en nombre de las comunidades italianas en el exterior, calificó como una “herida profunda” los efectos provocados por la nueva legislación – popularmente conocida como “Decreto de la Vergüenza”.
Prodi hizo un llamado directo al jefe de Estado, cuestionando si los italianos en el mundo son hoy “acogidos o rechazados” por su patria de origen. Según ella, la aprobación abrupta de la nueva legislación interrumpió un proceso de reflexión democrática que el propio CGIE venía llevando a cabo de manera participativa, con el objetivo de alcanzar una “ciudadanía consciente”.
“Pocas cosas tocan tan profundamente como el sentido de pertenencia”, afirmó la secretaria general, al describir el sentimiento de perplejidad que se ha apoderado de millones de italianos y descendientes de italianos repartidos por el mundo. “En el fondo, millones de personas se están preguntando: ‘¿Mis hijos y yo somos acogidos o rechazados por Italia?’”, insistió.
Maria Chiara Prodi recordó la exitosa experiencia de encuentros anteriores promovidos por el CGIE con jóvenes descendientes de la emigración italiana, como el realizado en Palermo en 2019, cuando 115 jóvenes de diversas partes del mundo reafirmaron su identidad italiana. Defendió que ese espíritu de integración y pertenencia debería ser la base para una “revisión abierta” de la reciente reforma.
La dirigente concluyó con un llamado a la acción: “Queremos cambiar el rumbo de la historia, con la esperanza y la determinación de que justamente desde nuestras comunidades pueda surgir un nuevo compromiso a la altura de los desafíos de Italia y del mundo”.
La respuesta de Mattarella: diálogo y posibilidad de reconsideración
Al tomar la palabra, el presidente Sergio Mattarella reconoció el impacto de la nueva ley sobre la ciudadanía en las comunidades en el exterior y se mostró abierto a un proceso de revisión. Admitió que la cuestión planteada por el CGIE ha generado “atención y debate” tanto dentro como fuera de Italia.
Mattarella elogió el trabajo de los consejeros como representantes legítimos de la diáspora, destacando el papel estratégico de las colectividades italianas en el exterior como “parte integrante del tejido nacional”. Calificó a los emigrantes y sus descendientes como “auténticos embajadores de la italofonía”, reforzando la idea de que Italia debe valorar la contribución de sus hijos fuera de sus fronteras.
Sin citar directamente el “Decreto de la Vergüenza”, el presidente de la República hizo referencia a la necesidad de “una reflexión atenta y profunda”, dejando abierta la posibilidad de “alguna reconsideración” sobre los temas que han suscitado mayor inquietud.
Mattarella también destacó el papel fundamental de las mujeres en la preservación del idioma, la cultura y las tradiciones italianas a lo largo de las generaciones, y recordó la nueva realidad de la llamada “movilidad contemporánea”, que involucra principalmente a jóvenes profesionales y académicos italianos repartidos en diversos países.
Al final, el presidente deseó “buen trabajo” al CGIE para la continuación de la Asamblea Plenaria, cuyos debates seguirán hasta el próximo 20 de junio, con la expectativa de que las deliberaciones se traduzcan en dictámenes formales sobre los principales temas en discusión, incluida la ciudadanía, el voto en el exterior y los incentivos para el retorno a Italia.

Contraste con el discurso de Tajani
El tono conciliador e institucional de Mattarella contrastó fuertemente con la postura adoptada la víspera (16/06) por el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, durante la apertura de la plenaria del CGIE en la Farnesina. En su intervención, Tajani volvió a justificar la nueva legislación con ataques directos a segmentos de la diáspora, mencionando fraudes, falsificaciones y lo que calificó como el “Black Friday de la ciudadanía” en Brasil y Argentina.
El canciller también criticó el comportamiento de algunos solicitantes que, según él, llegaron a insultar a funcionarios consulares, además de reafirmar su visión de que la ciudadanía italiana “no es un derecho automático para todos” y que “no basta con querer un pasaporte para ir a Miami”. El tono duro y acusador generó reacciones inmediatas entre los consejeros y fue objeto de críticas explícitas en la intervención de Maria Chiara Prodi durante el encuentro con el presidente Mattarella.
El contraste entre ambos discursos – el de Tajani, marcado por acusaciones y generalizaciones, y el de Mattarella, basado en la escucha y la apertura al diálogo – reforzó la expectativa de que la Presidencia de la República pueda desempeñar un papel moderador en las próximas fases del debate sobre la ciudadanía italiana.