Durante la plenaria del Consejo General de los Italianos en el Exterior (CGIE), celebrada este lunes (18/06) en Roma, los consejeros Daniel Taddone y Silvia Alciati realizaron intervenciones sobre los impactos de la nueva legislación italiana en materia de ciudadanía, derivada del llamado “Decreto de la Vergüenza”. Taddone, miembro de la III Comisión del CGIE (específica para la Ciudadanía Italiana), coordinó la elaboración de dos documentos: la Orden del Día con propuestas de modificación a la ley recientemente aprobada y el “informe sintético” de la misma Comisión, que se transcribe íntegramente a continuación.
Hablando con el peso de su representatividad de la comunidad ítalo-brasileña, Daniel Taddone describió la nueva ley como una verdadera “herida abierta” en la relación de Italia con sus descendientes en el exterior. “Muchos de nosotros, especialmente en Brasil, somos de primera generación de italianos nacidos en el extranjero. Esta reforma legislativa crea una exclusión definitiva para miles de personas, entre ellas los hijos de ciudadanos italianos que hoy viven en Brasil y que, aun siendo nietos o bisnietos de italianos, se verán privados del derecho a transmitir la ciudadanía a sus propios hijos menores”, afirmó.
Taddone llamó la atención sobre el carácter discriminatorio de la norma, destacando que la exclusión afecta incluso a niños cuyos padres mantienen fuertes vínculos con la italianidad. “No hay solución para estos casos. No hay remedio, no hay salida. Es una exclusión que crea ciudadanos de segunda categoría dentro de la propia comunidad italiana”, denunció.
Según él, el problema se ha visto agravado por un discurso gubernamental populista y poco atento a las consecuencias reales de la medida. Taddone también sugirió la creación de núcleos específicos en los consulados para verificar y acompañar los procesos de transmisión de la ciudadanía, con el objetivo de garantizar mayor seguridad jurídica y administrativa a los descendientes. Concluyó proponiendo que futuras modificaciones a la ley eliminen el concepto de “experiencia exclusivamente italiana”, término que, a su juicio, restringe de manera inaceptable los derechos de los ítalo-descendientes.
Silvia Alciati, también consejera electa en Brasil, centró su intervención en las consecuencias demográficas y sociales de la nueva legislación. Alertó sobre el riesgo de que Italia profundice su ya preocupante declive demográfico al adoptar medidas que alejan a los jóvenes descendientes del vínculo con el país de origen.
“Si miramos al futuro, a un país como el nuestro, que enfrenta un evidente declive demográfico, no podemos darnos el lujo de dar la espalda a estos jóvenes”, afirmó Alciati, en referencia a los descendientes de italianos nacidos en el extranjero que buscan el reconocimiento de la ciudadanía. Subrayó la necesidad de políticas que favorezcan la integración y el reconocimiento de los lazos afectivos con Italia, destacando que la nueva legislación va en dirección opuesta a estos objetivos.
Alciati también propuso una reflexión más profunda sobre los efectos sociales de la medida, pidiendo al gobierno que tenga en cuenta el papel estratégico de las nuevas generaciones en la salvaguardia de la italianidad global. “Es necesario pensar en las futuras generaciones y en lo que queremos como país para nuestro futuro. La exclusión de estos jóvenes es una elección que tendrá impactos no solo en las comunidades italianas en el exterior, sino también en la propia Italia”, concluyó.
Las intervenciones de Taddone y Alciati fueron recibidas con atención por los demás consejeros, reforzando el clima de preocupación generalizada dentro del CGIE respecto a los efectos del llamado “Decreto de la Vergüenza”.
Cinco ajustes urgentes
En respuesta a las dificultades generadas por la reciente reforma de la Ley de Ciudadanía Italiana (Ley 74/2025, resultante de la conversión del Decreto-Ley 36/2025), la III Comisión del Consejo General de los Italianos en el Exterior (CGIE) elaboró un informe que sintetiza cinco propuestas concretas de corrección a la nueva normativa.
El documento destaca, en primer lugar, la necesidad de eliminar la exclusividad de la ciudadanía italiana como requisito para la transmisión de la nacionalidad, dado que la legislación actual ha transformado la doble ciudadanía en un obstáculo para la continuidad del vínculo jurídico con Italia.
Otra propuesta sugiere la creación de un certificado oficial de lengua, cultura y civilización italianas, como alternativa para demostrar el “vínculo efectivo” con Italia, abriendo el camino para superar requisitos como la residencia mínima de dos años en territorio italiano.
La Comisión también defiende la restitución del automatismo en la transmisión de la ciudadanía a los hijos menores de ciudadanos italianos ya reconocidos, con el objetivo de eliminar la discriminación actualmente creada por la nueva ley.
Además, el informe recomienda la eliminación de cualquier plazo máximo para la readquisición de la ciudadanía por parte de quienes la perdieron antes de la entrada en vigor de la Ley 91/1992, reconociendo que la restricción temporal es injustificada, dado el público reducido afectado.
Por último, la III Comisión solicita la difusión de datos estadísticos detallados sobre el fenómeno de la ciudadanía italiana en el exterior, a fin de sustentar futuros análisis y proporcionar bases concretas para nuevas propuestas legislativas.
A continuación, sigue el texto íntegro del documento:
INFORME SINTÉTICO DE LA III COMISIÓN SOBRE LA REFORMA DE LA LEY 91/1992 (LEY DE CIUDADANÍA) DECRETO-LEY 36/2025 Y LEY 74/2025
La reforma de la ley sobre la ciudadanía, llevada a cabo mediante una intervención de urgencia, ha generado efectos que están provocando importantes dificultades para los ciudadanos italianos residentes en el exterior. En particular, emergen algunas problemáticas que el presente informe se propone evidenciar.
Tal como deseado por el Presidente de la República y por el Ministro de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional – así como presidente de este órgano – es esencial presentar propuestas específicas destinadas a perfeccionar la normativa vigente, con el fin de mejorar su aplicación y mitigar las problemáticas detectadas.
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Exclusividad de la ciudadanía italiana: el nuevo texto de la ley sobre la ciudadanía ha transformado el estatus de doble ciudadanía en un obstáculo para la transmisión de la ciudadanía. En claro contraste con las políticas anteriores, la acumulación de la ciudadanía italiana con la del país de residencia ya no se considera un elemento positivo, sino una vulnerabilidad capaz de interrumpir la transmisión de la ciudadanía a la generación siguiente. Es deseable que una revisión normativa pueda corregir esta distorsión.
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Certificado de lengua, cultura y civilización italianas: la reforma ha introducido un nuevo “estándar de italianidad” que anula los efectos restrictivos que hoy impiden la transmisión automática de la ciudadanía: la residencia continua en el territorio de la República por al menos dos años. La III Comisión propone establecer una modalidad adicional de verificación del “vínculo efectivo” entre el ciudadano y Italia: un certificado de lengua, cultura y civilización italianas, específicamente diseñado, capaz de acreditar la conexión concreta de cada individuo con nuestro país.
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Automatismo en la transmisión de la ciudadanía a los hijos menores de ciudadanos italianos ya reconocidos: una de las problemáticas más graves surgidas con la reforma se refiere a la imposibilidad de garantizar la transmisión automática de la ciudadanía a los hijos menores de algunos de nuestros compatriotas residentes en el exterior. Por lo tanto, resulta indispensable una intervención destinada a eliminar dicha discriminación entre ciudadanos y a permitir la transmisión automática de la ciudadanía a los hijos menores de todos los ciudadanos italianos residentes fuera de las fronteras nacionales. Los menores que se encuentren en situaciones específicas podrían ser llamados a presentar el mismo certificado de lengua, cultura y civilización italianas después de alcanzar la mayoría de edad.
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Readquisición de la ciudadanía sin plazos: la III Comisión propone eliminar cualquier plazo máximo para la presentación de la solicitud de readquisición de la ciudadanía italiana por parte de quienes la hayan perdido en virtud de la normativa anterior a la actual Ley 91/1992. Considerando el número limitado de personas con derecho, no parece oportuno establecer un límite temporal para el ejercicio de esta facultad.
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Solicitud de datos estadísticos sobre el fenómeno: en el contexto de los debates relativos a la transmisión de la ciudadanía italiana a las generaciones de italianos residentes en el exterior, se registra una grave carencia de datos estadísticos que permitan realizar un análisis sólido del fenómeno y, en consecuencia, sirvan como base para propuestas racionales. Es deseable, por lo tanto, que los órganos competentes compartan con el CGIE todos los datos disponibles sobre el tema.
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