Pronunciamiento emotivo de Monica Lis Restanio responsabiliza al Estado italiano por el debilitamiento de los lazos de italianidad

La eventual pérdida del vínculo cultural y lingüístico con Italia, argumentada por los tribunales regionales para justificar límites generacionales en la transmisión de la ciudadanía, no podría ser imputada a las familias, sino al propio Estado italiano. Así lo sostuvo la abogada ítalo-argentina Monica Lis Restanio, quinta en intervenir en la histórica audiencia de la Corte Constitucional que analiza las cuestiones de inconstitucionalidad contra la nueva Ley de Ciudadanía.

Restanio, binacional (iure sanguinis e iure soli) — con raíces y trayectoria profesional tanto en Italia como en Argentina — adoptó un tono cargado de referencias sentimentales, responsabilizando al Estado del debilitamiento de los lazos de italianidad. Habló en calidad de presidenta de la Auci – Avvocati Uniti per la Cittadinanza Italiana.

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Destacó décadas de barreras burocráticas impuestas por los consulados, como exigencias arbitrarias, filas interminables, retrasos crónicos y aumento de los costos judiciales, que prácticamente hacen inaccesible el derecho de las familias de origen italiano.

Según ella, estas prácticas, ahora transformadas en ley, se suman a una campaña mediática que humilla y deslegitima a los italianos nacidos en el extranjero. “No podemos ser responsabilizados por haber nacido fuera de Italia”, afirmó.

La abogada recordó los valores transmitidos por los emigrantes — solidaridad, familia, respeto a las mujeres — y concluyó que, en lugar de excluirlos, el Estado italiano debería honrar la memoria de quienes preservaron la italianidad como un legado.

En uno de los momentos más conmovedores de su intervención, Restanio recordó el comentario de un psiquiatra italiano que, al visitar su tierra, dijo: “Ustedes son como nosotros antes de las guerras”. Para ella, esa frase resume el valor de la italianidad viva fuera de las fronteras, que no debe ser vista como una amenaza, sino como una riqueza para toda la nación.

Mientras tanto, la gran comunidad italiana en el exterior espera el veredicto de la Corte — que podría tardar semanas o incluso meses — mientras el Tribunal de Turín ya presenta argumentos contundentes sobre la inconstitucionalidad del llamado “decreto de la vergüenza”, ahora transformado en ley. La “ordinanza” del juez de Turín, Fabrizio Alessandria (quien elaboró el argumento sobre la inconstitucionalidad al impugnar la retroactividad de la ley de ciudadanía), aún no ha sido publicada oficialmente.