“Visado para oriundos”

Quod erat demonstrandum: parturient montes, nascetur ridiculus mus

Con el Acto del Gobierno n.º 289 de 4 de agosto de 2025, el Gobierno Meloni presentó al Parlamento italiano el esquema para la entrada de trabajadores extranjeros en territorio italiano para el trienio 2026-2027-2028.

Se trata de un tema complejo, pero en síntesis extrema, el acto —ya aprobado en el Senado y que pronto será aprobado en la Cámara de Diputados— prevé la entrada de 228.600 ciudadanos extranjeros para “lavoro subordinato”, es decir, trabajo con vínculo empleaticio previamente establecido. Los únicos países con alguna historia de inmigración italiana que pueden beneficiarse de esta posibilidad son Perú y Ecuador.

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¿Y los descendientes italianos? Pues esa maravillosa dádiva que muchos ansiaban tan fervientemente contempla 150 plazas de “lavoro autonomo”, es decir, la posibilidad de ejercer una actividad laboral sin vínculo previo.

Sí, lo has entendido: 150 plazas en tres años, distribuidas en 50 plazas cada año (2026, 2027 y 2028), de las cuales 10 plazas anuales son para descendientes residentes en Venezuela y 40 plazas anuales para descendientes residentes en todos los demás países del planeta.

El maravilloso “visado para oriundos” representa el 0,06 % (¡menos de un uno por ciento!) del total de visados previstos.

Y hasta ahora nadie sabe qué países serán clasificados como de “inmigración italiana” por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, ni cómo se verificará la documentación, ni cómo se distribuirán las plazas (¿será por sorteo? ¿por orden de llegada?).

Este es el respeto que el Gobierno Meloni tiene por los descendientes de italianos en el mundo, y aquí está la “maravillosa dádiva” con la que unos y otros querían presumir de haber conseguido contrapartidas del Gobierno Meloni para “mejorar” el Decreto della Vergogna.

Y una nota política más: ¿saben quién fue la ponente del análisis del Acto del Gobierno n.º 289 en el Senado? Fue la senadora Mariastella Gelmini, que forma parte del grupo del MAIE en el Senado italiano.

Busquen alguna palabra suya o del MAIE denunciando la cantidad ridículamente ínfima de visados previstos para los italo-descendientes. Si encuentran algo, por favor avísenme.

¿Recuerdan que el MAIE dijo que permanecería en la mayoría parlamentaria para “negociar mejor” las mejoras para los italianos en el exterior? Pues ahí tienen el tipo de mejora que podemos esperar de la presencia del MAIE en la mayoría de gobierno: una elección deshonrosa que no es más que apego al sillón, disfrazada de falsa independencia de los “partidos romanos”.

La verdad es una sola: en la lucha contra el Decreto della Vergogna, la centroizquierda italiana luchó valientemente y, sobre todo, denunció el absurdo autoritario e inconstitucional que allí se estaba gestando a la vista de todos.

En cambio, la centroderecha (Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia) no solo votó unánimemente a favor del Decreto della Vergogna, sino que en sus discursos nos humillaba y rechazaba.

¿Y el MAIE? El senador Mario Borghese y el diputado Franco Tirelli parecían entristecidos por tener que votar en contra del Decreto della Vergogna, pidiendo disculpas a sus socios de gobierno que nos masacraban en público.

¿Dónde está la lucha del MAIE contra las consecuencias del Decreto della Vergogna? ¿Dónde estaba el MAIE cuando el Gobierno del que forma parte decidió dar la limosna de 50 plazas anuales para ser distribuidas entre millones de italo-descendientes en todo el mundo?